Emprender no es una tarea fácil y por ello antes de lanzarse a esta carrera en solitario es necesario tener una idea clara del modelo de negocio y de las condiciones en las que se va a desarrollar. Aunque muchos de estos negocios se basan en la premisa del “ensayo-error”, es de vital importancia para una nueva aventura empresarial, tener muy claros dos conceptos: la idea y el plan de negocio. Tampoco podemos olvidarnos de la financiación, los aspectos legales y la inversión inicial. En este artículo vamos a abordar algunos de los pasos ineludibles en la carrera de fondo del emprendimiento y algunos de sus aliados.
- Empezar con una idea. Todos los negocios y empresas han comenzado con una idea. Innovadora o conservadora es el eje central que estructurará todo el desarrollo de la vida de un proyecto. Sobre todo, para que aquellos que van a emprender en solitario es importante que se sientan atraídos por el sector por el que se van a decantar, ya que tendrán que defender su idea de negocio. Aunque la idea puede ir cambiando y evolucionando es necesario que, en un principio, esté muy bien definida para poder orientar los pasos posteriores.
- Plan de negocio. Aunque parezca pura burocracia, un plan de negocio es imprescindible para emprender. Un estudio en que hay que definir el producto o servicio, los objetivos, analizar factores como el entorno, la competencia y el público objetivo o contemplar los aspectos legales. Sobre todo, si se trata de un negocio innovador hay que preguntarse por el factor diferencial del proyecto que podemos crear: ¿podrá aportar algo que le diferencie de los demás?, ¿cuál será su punto fuerte?
- Financiación. Muchos de los nuevos proyectos de emprendimiento en solitario cuentan con una inversión mínima, ya que se comienzan desde casa y con unos costes muy reducidos. En cualquier caso es necesario pensar en si podemos financiar nuestro negocio con recursos propios o necesitamos recurrir a un préstamo, una póliza de crédito o cualquier otra fórmula. Un buen consejo es prestar atención a las subvenciones para los emprendedores, que se ofrecen desde la Administración.
- Ubicación. Antes de comenzar un proyecto es necesario que el espacio elegido para ubicarlo se adapte y responda convenientemente. Entre las opciones más populares entre los emprendedores se encuentran las oficinas físicas, el trabajo desde casa o el centro de negocios, como Independencia Cn. Esta última alternativa ofrece multitud de servicios como alquiler de despachos, salas de reuniones o posibilidad de oficina virtual.
- Formación. Es imprescindible contar con la formación necesaria antes de embarcarse en un proyecto en solitario. Aunque muchos de los conocimientos se aprenderán conforme se vaya adquiriendo experiencia, es muy importante contar con los conocimientos del trabajo que hay que desarrollar y tener en cuenta que para muchos de ellos es necesaria una titulación homologada.
- Networking. Emprender en solitario es una carrera de fondo. Al comenzar es mucho más difícil hacerse un hueco en el sector, pero conforme el profesional va conociendo más empresas y otros trabajadores dedicados a la misma actividad, va creando su indispensable red de contactos. También es una buena idea empezar a crear esta agenda antes de emprender, dado que existen multitud de eventos, comunidades, congresos y foros que abordan esta temática.
- Trámites legales. Normalmente las personas que van a emprender en solitario suelen comenzar como autónomos, ya que puede resultar menos complicado que crear una sociedad. En todo caso es una buena idea estudiar las diferentes opciones para darse de alta en un régimen fiscal más adecuado.
- Estar mentalmente preparado. Por último, pero no menos importante, el emprendedor debe estar mentalmente preparado para sacar adelante un proyecto desde cero. Aunque el camino no es nada fácil también es muy reconfortante, puesto que permite el desarrollo de esa idea propia de la que se partía desde el principio. Y, por supuesto, las ganas y la ilusión deben estar presentes antes de comenzar esta marcha en solitario.